Finalmente logramos hacer el Taller en Mendoza.
Luego de los inconvenientes con el avión, y habiendo sorteado las sesiones anteriores al taller, finalmente llegamos.
Como todos los talleres, fue único.
Tengo que decir que el de Mendoza (cordillera argentina) y el de Los Angeles (cordillera en EEUU) son los últimos talleres que voy a dar de Conexión.
De ahora en más, empieza otra aventura.
Ya les contaré lo que se ha venido gestando al igual que San Martín gestó el ejército de Los Andes.
Les cuento lo que viví.
Llegamos al taller luego de hacer una conexión. Fue de esas conexiones que me hacen entender por qué estoy en Mendoza. Hacer esa sesión fue la entrada mas magica que me podía recibir. Y surgión de \\\»casualidad\\\». Luego la cuento.
Corrimos a comer algo y nos metimos de lleno en el taller.
Había dos varones y el resto todas éramos mujeres.
Comienzo los talleres con una cadena de unión.
Y en esa cadena todos nos empezamos a mover sin darnos cuentas al ritmo del movimiento de la energía. Dejenme decirles que por primera vez en la historia de los talleres que realizo… no se movió… la energía se movía pero las personas estaban rígidas en su lugar. Tuve que hacer un corte y dar un empujón para que se suelten de las estructuras y se permitan fluir.
Debe ser lo mismo que está haciendo la Tierra acá… moverlos para que suelten.
Mendoza es la ciudad del vino… el vino es la representación de la sangre de la tierra… y la sangre de la Tierra es la otra energía que se mueve por el mundo desde Mendoza. Pero tenemos que dejarla fluir en nuestra vida también.
Para eso vinimos a Mendoza… para empujar el movimiento del fluir de la sangre.
Entre otras cosas para las que también vinimos.
Quiero contarte también que al día siguiente del taller recorrí la cordillera. Sabés qué encontré: SEQUÍA.
Lo siguiente que hago en los talleres es agradecer el estar ahí.
El poder de la palabra me hace agradecer en voz alta. Y empujo a que todos se animen a hacer sus agradeceimientos. En todos los talleres se animan a agradecer en voz alta.
Acá tuve que empujarlos.
Como tuve que empujarlos a preguntarse qué es lo que quieren saber en su conexión con su ser.
No habían traídos preguntas.
Y cuando les dije qué preguntarían… nadie tenía preguntas.
Siempre lo digo y lo repito: si no hay preguntas, no hay respuestas.
Son las preguntas las que nos mueven a las respuestas.
Luego vino el momento de la conexión.
Tuve que hacer tres formas diferentes de conexión para que finalmente todos lograran ver aunque mas no sea algo de lo que llevaban en su corazón.
Cuando hicimos la primera conexión algunas decían: no vi nada… y cuando les preguntaba un poco mas resulta que si habían visto de todo pero pensaban que era su imaginación.
Cuando hice la conexión haciendo de cuenta que todo era imaginación: todos vieron.
Qué diferencia hay entre imaginación y visión?
Ya lo vengo diciendo hace tiempo. Todo es simbólico. Este mundo es resultado de una gran imaginación conjunta. Que nos extraña que sea la imaginación la que nos conecta?
Así fue como conectamos… a los empujones.
Así fue como movimos la energía.
Así fue como nos animamos a agradecer.
La energía de Mendoza es una energía muy poderosa, pero muy estructurada y controlada. Por es necesita algunos sacudones.
Pero estoy segura que cuando se anime a fluir con todo su potencial…
Agarrate Catalina que vuelve el Libertador…
Ahí vamos.
Gracias por animarse a traer esa fuerza que ha sido puesta en movimiento.
El Ejercito de los Andes conducido por el Libertador General San Martin nación en Mendoza.
Vamos a las rutas sanmartinianas a ver qué nos dicen.