Cuando quiera ver… verá

La sesión de hoy fue una de las mas maravillosas que he tenido en la historia de las regresiones.
La persona llegó cuarenta minutos mas tarde.
Cuando fui a abrir la puerta escuché su tono colombiano y me alegró el alma. Fue como estar con mi amiga colombiana de Richmond… así que bue… tenemos que estar donde tenemos que estar y le abrí la puerta.

Comenzamos la sesión como siempre. Con la carta astral. Otra vez tikún en Aries con padre y madre Aries, igual que la abogada de hace dos días. Indudablemente, el momento de la acción ha llegado. Habrá que moverse hacia adelante nomás.
Esta vez bioquímica haciendo un postgrado en Argentina.
Es increíble como se vienen moviendo los acontecimientos. Te los cuento para que veas cómo me van llevando.

Hace poquito estuve en Richmond en la casa de mi amiga la colombiana. Vino un tayta colombiano a celebrar una ceremonia de Ayahuasca. El Tayta es originario de Armenia, que es donde está la maloca en la cual se hacen las sanaciones. Me encantaría estar ahí.
Pero esta vez no pudo ser. Será en otra oportunidad.
Ayer estaba con mi compañero acompañando su proceso de sanación. Tuvo un accidente la semana pasada. Conversábamos acerca de YPF una empresa argentina que trabaja con petróleo. Como saben, el petróleo es la sangre de la madre Tierra. El papá de mi compañero y mi papa, casualmente, trabajaron en esa empresa en condiciones muy parecidas. Hablábamos de eso. Nos pareció mucha coincidencia, sobre todo el tema sangre de la Tierra.

Hoy, la bioquímica me cuenta que su pareja llegó por una beca a la Argentina y se quedó trabajando en un laboratorio, en YPF. No creo en las casualidades así que empiezo a anotar ideas que luego se convertirán en mensaje unido por el hilo conductor apropiado.

Están viviendo en La Plata, me acordaba de la energía de esa ciudad y de los vórtices.

De toda la charla que venía sosteniendo estaba segura que estábamos en presencia de una semilla estelar. Pero había que confirmarlo. Silenciosa, no se adapta, está haciendo la tesis en un laboratorio y va en un horario en el cual no tiene que encontrarse con la gente porque no tiene nada que ver con lo social de la gente… UPS… a mi me pasó siempre lo mismo en los trabajos.

Investigadora por naturaleza en pareja con un investigador. Mucha energía. Una hija a los 19 años y sin ganas de mas hijos. Todo venía bien hasta que le empiezo a preguntar por la tesis. No entiendo nada de bioquímica. En la clase del colegio me escapaba de esa materia así que imaginate mis conocimientos y mi entendimiento sobre el tema… nulos.
Me contó que su tesis se basa en Inhibidores de proteasas. Aha… dije…
Resulta que esos inhibidores aceleran reacciones químicas en las enzimas y que si las enzimas sobre las que trabajan son de enfermedades (el HIV por ejemplo) inhiben la enfermedad. ¡Qué bueno! Me dije….
Pero lo interesante es que los inhibidores se obtienen de plantas.

Hasta acá no tenía nada concreto. Salvo algunos cabos sueltos. No había información que pudiera unir, pero si había datos que sobresalían. Plantas, sanación, Colombia, Armenia, sangre de la Tierra, nada… en definitiva.
La pregunta que me hice en este momento es…
¿Y para qué querés hacer la sesión?

Resulta que la recomendó la hermana que es amiga de una persona que conozco del facebook. Un encanto de persona con la cual tengo una relación virtual muy linda. Y compartimos el gusto por la astrología. En este momento la conversación comenzó a moverse por otros lugares. Pero no lograba encontrar el hilo todavía. No lo veía.
Cuando quiera ver… verá…

Como ya había recopilado la información básica pensé que era un buen momento para empezar a anotar las preguntas.
Y ahí nos fuimos moviendo.
Las típicas. Hasta que llegamos al punto crucial. Le gusta la tesis que está haciendo pero no le gusta el lugar en el cual lo está haciendo. Ya había cambiando de lugar con lo cual volver a cambiar no era una opción…
Van a pensar que soy yo, dijo.
Obvio que sos vos, dije.

Típico de semillas estelares. Nunca encajan en este mundo. No es el mundo, son las semillas…
Pero bueno… nódulo en la tiroides, colón irritable, un punto negro en su ojo izquierdo que interrumpe su visión.
No me importaba el tema de que no le gustara el laboratorio, pero ese tema me llevaba a la tesis… ¿Será ese el tema de la tesis? me preguntaba para mis adentros. Claro, a mi me daba igual, de todas maneras no tenía la menor idea de cómo se hacía eso. Pero entendía que algo debía de llamarme la atención. Por alguna razón esta chica estaba acá conmigo.

Seguimos la charla…
Tenía un tío fallecido con el que se encerraba de chiquita a conversar. Es decir, se escondía en el armario a hablar con el fantasma del tío. Su abuelo siempre decía que tenía los mismos labios que ese tío al que nunca había conocido dado que a los 16 años se había suicidado.
Su abuelo profanaba tumbas de indígenas.
Su tío se había suicidado jugando a la ruleta rusa. Cuando se disparó, justo había una bala y parte de su cuerpo fue a parar a una calavera indígena de la que había profanado el abuelo.
Esto si me sonó bien raro…
No creo en las maldiciones. Pero si creo en las compensaciones.
Y acá, definitivamente, me di cuenta que algo había con los indígenas.
Y ahí las piezas comenzaron a caer en su lugar.

Sangre de la Tierra. Indígenas. Compensación. Armenia. Tayta. Plantas. Sanación… ¡Ayahuasca!

La tesis sobre inhibidores (tomados de las plantas) para inhibir la enzima de la enfermedad.
Ceremonia de sanación con el Ayahuasca, planta sagrada medicinal. Utilizada por los indígenas que están pidiendo una compensación por la profanación de la tumbas por parte de un ancestro.

Interesante…

En ese momento recordé que cuando estuve en Rosario me traje un libro que habla sobre Ayahuasca escrito por un médico y un investigador. Vienen recopilando experiencias y realizan una investigación sobre los efectos de la planta medicinal en las personas. Leí las primeras 10 páginas y entramos en tema de estadísticas y química y todo esto que nunca entendí y del cual siempre huí. Así huí del libro. Lo dejé en un lugar de paso de mi casa donde cada vez que me asomaba, el libro me recordaba que estaba ahí.
Interrumpí la sesión y lo fuí a buscar.
Investigación, Ayahuasca, plantas, medicina, efectos sanadores, todo me seguí conduciendo a una tesis nueva.
Por lo menos a mi.

Habíamos terminado las preguntas. Pero era hora de incluir algunas mas. Y así lo hicimos.
Ahora sí podía empezar con la sesión.

Te lo resumo…
Es su primera vida. No vino a tener hijos. Viene de muy lejos. Solo vino porque deseaba conocer. Por eso anda investigando acá. Quiere entender cómo es. Está haciendo una tarea de investigación para comprender al humano. No le gusta el planeta. Pero bueno…
La tesis que está haciendo es el comienzo, va a ir derivando en otras cosas. El libro era para ella por eso yo no podía tragármelo ni con buena voluntad.

Aparecieron una burbujas de luz. Trabajaron con su vibración para que pueda adaptarse a ese laboratorio en el que está. Ajustan su vibración para que el lugar y la gente no le afecten. Es el ambiente lo que le molesta.

Ella es la que va a limpiar lo que hizo su abuelo. Por eso va a viajar y tomar contacto con la naturaleza y las civilizaciones originarias.
Llegó el momento de hablar de la salud.
No le quitan el nódulo de la garganta porque tiene que recordar hablar. Y dejar de ocultarse.
El color irritable viene de su abuela y es para que recuerde cómo ella se sentía.
El ojo izquierdo es porque no quiere ver…
Cuando quiera ver… verá… dijeron.

Dejaron mensaje para mi. Seguí ayudando…
La verdad es que solo soy yo misma… Si eso ayuda, es un honor y un gusto para mi Ser.
Dieron mensaje para su hermana también. Será difícil. Pero tienen que usar su fuerza.

Terminó la sesión y quedó en silencio y como flotando.
Se movieron muchas cosas. Ahora es el momento de hacer el trabajo.
Cada pieza irá cayendo en su lugar.

Gracias….

2 comentarios en “Cuando quiera ver… verá”

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