Nada es lo que parece. Vino a una sesión una nena amorosa. Amorosa de corazón. Nadie llega por casualidad. Y cada vez que les veo las caras me pregunto… ¿Qué viene a encontrar este ser acá? Al ver la espontaneidad y soltura con la cual esta nena se expresaba sólo se me ocurría una palabra: Luz.
Dolores tiene códigos establecidos respecto de cómo y a quién aplicar el método. Menos de 20 años no son recomendados. Hice algunas sesiones a personas de entre 20 y 22 años y me preguntaba… ¿qué tiene esta persona para contar de su vida en una regresión? Tiene toda la vida por delante… ¿qué puede haber acumulado hasta ahora que sea tan impactante como para tener que armar el rompecabezas a los 20 años…
¡Sí! Siempre caigo en la misma trampa de ver el mundo con los ojos de la 3D.
Cuando viene una persona de edad avanzada me resulta fácil entender que la vida le fue dejando piezas del rompecabezas que ahora tiene que unir para entender. Pero…¿cuando viene un joven? Cuando viene alguien que está empezando a armar las fichas del rompecabezas tiene la posibilidad de decidir que fichas poner en qué lugar desde la conciencia. Su libre albedrío tiene otro sentido y su sufrimiento es mucho menor. Me refiero a sufrimiento en función de las experiencias de esta 3d. Puede afrontar cualquier cosa con el conocimiento de quién es y qué vino a hacer. A muchos de nosotros no se nos dió esa posibilidad.
Por eso, he notado, que las almas de humanos mas jóvenes son muchísimo más sensibles que las de los humanos más viejos.
Comenzó la regresión observando el Planeta Tierra… la crueldad con la cual los humanos viven cada día.
La ternura de la nena que llegó a la sesión se transformó en dolor y lágrimas sin aviso previo.
Cuando le pido que mire su cuerpo lo ve de color azul. Vestido con un traje pegado al cuerpo. Con cara escamosa y pelo rojizo a la altura de los hombros. Se asustó porque llegó a una escena en la cual había animales y se suponía que no debía haber nadie ahí. Que nadie tenía que verla, verlo en realidad porque era una energía masculina.
Su misión: reportar lo que observaba. Su trabajo fue hecho con tal integridad que decidieron mandarla a la tierra en un cuerpo humano. Se vio como una luz que entraba al planeta. Llorando. No quería venir. Pero aunque se resistiera a hacerlo, era la mejor preparada para la misión dado que había estado explorando el terreno y sabía a qué se enfrentaba.
Misión en el planeta: ayudar a entender y transformar la crueldad con la cual se trataban y trataban al planeta.
Familia: elegida por sus superiores.
Destino: Argentina. ¿Por qué? Porque es el lugar con mayor crueldad.
Le aclararon que no iba a ser fácil y que no podría volver hasta no cumplir su misión.
Lo máximo que pudieron hacer fue armar un escudo alrededor de su cuerpo para ayudarla a resistir y protegerla.
Nadie nos dijo que iba a ser fácil venir.
Algunos nos resistimos a último momento.
Pero, lo que resistes, persiste.
Así que mejor hacer lo que hemos venido a hacer y volver a casa.
Desde ahí nuevas aventuras nos serán asignadas.
Gracias por animarse a venir.
Estamos todos juntos en esto.
Al mismo tiempo que se producía esta sesión, Laura estaba trabajando en el nuevo video de la saga Signo de una nueva Tierra, un piso mas abajo. El tema que Laura esta preparando muestra imágenes de crueldad en el Planeta y lo que las semillas estelares se supone que han venido a hacer al respecto.
¿No es mágico?