Siendo Faro

Te cuento… ya prácticamente están los 12 faros en acción.
Hay algunas que todavía se resisten.
Otras que se vienen animando sin darse cuenta.
Otras que ya se lanzaron a la aventura.
Y también tenemos el otro lado de los faros.
No te olvides que Jesús también tuvo a Judas.
Cada epopeya de 13 muestra todas las potencialidades.
Y por eso es mágica, por la diversidad que abarca.

Vienen tiempos raros y exigen de nosotros compromiso y responsabilidad.
Se que, en su medida, cada uno de los 12 faros fue elegido por alguna razón que no solo desconozco sino que tampoco me importa. No soy yo quien evalúa esas cosas. Hago el trabajo y continúo.
Por alguna razón también, todavía tengo que estar en esta historia.
Veremos.

Quería contarte las cosas que surgieron con dos de los faros en esta semana.

Te cuento la conversación con una de ellas.

Que felicidad que vienes en Marzo Clau, yo he estado pensando seriamente en mudarme de la ciudad, pero aun no sé si esto sea lo que tengo que hacer, me supongo que las instrucciones me irán llegando, como lo están haciendo hasta ahora. Justo en el momento de esta foto tuve una activación muy loca, estaba yo ahí parada en las vías de el tren que se llama la bestia y en donde viajan miles de centroamericanos y mexicanos para poder llegar a la frontera con USA y cruzar hacia de mojados hacia allá, miraba al Sol y sentí una energía directa del sol hacía mi, la energía cruzo por mí y se disparó un rayo por todas la vías para que el dolor y la tristeza que se vive ahí se iluminara y limpiara, entendí un poco de lo que es el faro.
Llevo días recibiendo información y sintiéndome con mucha fuerza y determinación, por fin sé todo lo que debo comenzar a hacer. En la mañana te pensé y supe que te lo debía de contar. Por último, soñé que venías y que me decían que debemos de ir al Castillo de Chapultepec y a los baños de Moctezuma que están ahí a un ladito, dime si tienes tiempo cuando estes en DF.

Luego de esto mi viaje a México tiene otra misión.
Ahí estaré en marzo, cumpliendo.

Pero también la argentina que vive acá tuvo su comentario en estos dias.
Este faro es una mujer que tiene una profesión bastante formal. Te cuento lo que me dice:

Hola Claudia! Te tengo que contar algo.
Bueno, ya sabras que este tema de los 12 faros me perturba “un poquito”, leí tu pagina y la verdad coincido con tu amiga uruguaya que cuestiona la teoría. Yo no seguiría a nadie, ni bajo ningún concepto pretendería que alguien me siga a nada. Muy por el contrario creo que lo que cada uno debe hacer es no traicionase a sí mismo y seguir su intuición , deseos, instinto o como quieras llamarlo.
Así que pregunte, y me explicaron. Me mostraron que un momento determinado las piezas de los 12 faros van a encastrar perfectamente, y van a formar una especie de red o escudo enérgico. Los 12 faros van a ser protección, una especie de reaseguro para evitar interferencias. Por eso los poderes!!!!
Ahhh… cada día estoy más loca!!!!

La misma frase he recibido de los indios (¿indios? dije ¡indios! Vaya… lo corrijo: abuelos, hermanos mayores, taytas) del Putumayo Colombiano a los cuales voy a ver ahora en febrero.

Gracias Universo por permitirme estar en este bello y lleno de infinitas posibilidades Planeta Tierra.

Y gracias Carlos Alberto Sierra Morales por el comentario.

3 comentarios en “Siendo Faro”

  1. Carlos Alberto Sierra Morales

    Claudia, Compañerisima, se que son solo palabras pero no es muy bonito decirle a los pueblos originarios «indios», se que puede sonar tonto pero es algo inherente a la dominación y al proceso para despojarnos de nuestra historia e identidad, creo que la palabra «indígenas» es mejor pero igual tampoco creo que sea la forma de designar, aquí les decimos abuelos, hermanos mayores, taytas, son quienes contienen nuestra historia, nuestra «magia» y poderes espirituales para los que no hay palabras, sabiduría ancestral, no es que este mal, es que puede decirse mas bonito, nuestra palabra contienen las claves de la emancipación y de la dominación, nosotros elegimos, los amo, Gracias por todo lo bonito y las redes de amor que se tejen para limpiar.

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