Hace tiempo me di cuenta que no es casual que nazcamos en un lugar o en el otro.
Que cada lugar tiene su energía y su razón de ser.
Pero a medida que va pasando el tiempo voy comprendiendo mas y mas los por qué.
El primer lugar al que fui a presentar el libro Conocés el Secreto. Ahora podés aplicarlo fue la ciudad de Santa Rosa, en La Pampa, Argentina. No me di cuenta de nada hasta ahora.
Por supuesto que no elegí el lugar, por lo menos no concientemente. Una hermosa persona del lugar me llamó para ir a presentarlo… y fui. Así, como hago todas las cosas… flojita y cooperando diría mi amiga mexicana.
Volví algunas veces más a dar charlas. Y punto.
Me han permitido facilitar sus regresiones personas de varias partes del mundo y han tenido la amabilidad de venirse hasta el fin del mundo (Buenos Aires) a realizarlas. Vinieron de Colombia, Perú, Ecuador, Paraguay, Chile, Brasil, Uruguay, Inglaterra, Guatemala, México, Italia, España y pronto tendré gente de Venezuela también. Pero como nadie es profeta en su tierra, de Argentina solo han venido de Santa Rosa, La Pampa.
Camino a hacer el nivel II me detuve en Texas para hacer regresiones ahí. Claro que también estuve en otros lugares del mundo y de Argentina también. Pero no vienen al caso, por lo menos para el tema que quiero mencionar en este post.
Cuando fui a hacer mi regresión con Dolores Cannon en Arkansas, estaba trabajando como contadora en una compañía que tiene oficinas en Buenos Aires y en La Pampa cuyo propietario, además de tener negocios en La Pampa, los tiene también en Texas.
Las imágenes de la regresión de hoy comenzaron así (te lo describo como se escucha en mi cabeza):
Hay mucha gente vestida con delantales blancos. Una luz muy profunda está detrás de ellos… No se puede ver mucho por la luz. Yo estoy en frente de ellos como si estuviera hablándoles. Les comunico y les hago de guía. La empresa en la que me desempeño se dedica a hacer viajes en naves de transporte de personas y de cosas. Los viajes los hacemos entre La Pampa y Texas.
Tantas asociaciones entre La Pampa y Texas me llevaron a recordar el mapa de ambos lugares.
Fijate…
Todas las personas que vinieron de Santa Rosa La Pampa, sabiéndolo o sin saber todavía, son semillas estelares despertando al trabajo que tienen que hacer. Algunas de ellas, por más que lo han intentado, no han podido salir de Santa Rosa, La Pampa. Parece que la vida las obliga a quedarse ahí.
Mucho nos queda por descubrir todavía.
Pero estamos en el camino de ir tomando conciencia que
NADA ES LO QUE PARECE.
Y que no estamos puestos donde estas puestos \\\»de casualidad\\\».
Hay un entramado fuerte que se viene tejiendo mientras nosotros seguimos durmiendo la siesta de la 3D.
Está sonando el despertador.
Es hora de despertar y ponerse a trabajar.
Gracias por animarse a venir.