El ángel caído

Mira que bueno… Estoy en el tren AVE yendo de Madrid a Barcelona. Esperaba encontrar WIFI pero no. Así que escribo al borde del patatus (nunca pensé que esta velocidad me iba a alterar el cuerpo de esta forma) en el ordenador hasta que pueda pasarlo a la web.

Bueno, ¡hombre!, no me quejo, por lo menos puedo escribir.

Como ya te conté anduve de sesión en sesión, solo interrumpida por el taller. Las sesiones han sido de lo mas reveladoras, al igual que el taller. Pero hay algo que realmente me movió un poco las neuronas. Te cuento…
Tengo contacto con algunas personas de España hace varios años. Han tomado los cursos por internet que he venido dictando antes de conocer a Dolores. Venimos compartiendo momentos e historias. No las conocía personalmente, sin embargo, ya las amaba. Me pasa con varias personas alrededor del mundo. Esto que te voy a contar ocurrió con Angeles.

El día del taller me sacaron de la casa volando, pero en el camino me aproveché para hacer algunas fotos de la ciudad. Me gusta mucho Madrid. Ya te dije ¿no? Entre las fotos que saqué ese día antes del Taller está la de la cúpula con el Angel dorado. Indudablemente los ángeles me acompañaron desde el primer día… TODOS ELLOS… La verdad es que no hago juicios ni discrimino. Da igual que tipo de ángel sea.
Eso fue un día domingo.

El día martes a la mañana vino una señora a la sesión con la que vimos una historia muy linda. La mujer conectó muy bien así que terminamos mas o menos rápido. Hasta me dio tiempo de dormir una pequeña siestecita. Teníamos que sacar los pasajes para este tren y Eugenia me propuso irnos a Atocha caminando. Unas diez cuadras desde donde estábamos. Ïbamos con el tiempo justo. Aventurera como soy dije VAMOS… y corrimos hacia ahí.

Cuando volvíamos me propone pasar por el Parque del Retiro. La señora de la sesión de la mañana había estado ahí y me dijo que no me vaya sin conocer ese parque, así que acepté. Cuando estamos entrando por la Puerta del Angel Caído (no reparé en el nombre, estaba como cansada de tanto ir y venir) le dije llamala a Angeles y decile que venga media hora mas tarde porque no vamos a llegar. Mi telefono no tiene señal fuera de Argentina, salvo cuando consigo wifi.

Cuando toma el teléfono justo había un mensaje de Angeles diciendo que estaba en la puerta del apartamento. Coordinamos con ella y dado que esperaría decidimos con Eugenia que, ya que estábamos ahí, iríamos hasta el estanque que hay en el parque.
Al final de una calle largaaaaaaaaaaaaaaaa, agotada de caminar… llegamos a una fuente que me llamó la atención por las gárgolas que la cuidaban. Tampoco reparé en las gárgolas, aunque me dije, algo interesante debe ser esto porque está custodiado por gárgolas. Arriba de un obelisto yacía el cuerpo de un ángel. Claro, el ángel caído. No me vas a creer pero tampoco reparé en eso. Estaba cansada y solo quería sentarme, beber y comer.
Por supuesto, nunca encontramos el estanque que Eugenia me había prometido. Pero si encontramos un bar al lado de la estatua en al cual comimos pizza. Mientras comíamos le dije:

Algo oscurito había en Atocha porque me traje una porquería pegada…

Intenté esos movimientos espasmódicos con los que usualmente trato de sacarme las porquerías pegadas. Y mas o menos funcionó. Comimos la pizza, nos tomamos un taxi y volvimos al apartamento donde otro ángel nos esperaba.
Cuando subimos le contamos a Angeles de dónde veníamos y ahí entablamos la conversación en la cual ella nos explicó de qué iba al historia.
El ángel caído es el Satan mismo… Te pego un video acá abajo que mandó gentilmente Angeles.

Ahí estaba yo. Limpiando al mismísmo. No se me había pegado nada en Atocha. Se me había pegado ahí. Lugar al que llegué por \\\»casualidad\\\», sin tener la menor idea que iría y por razones que no son ni siquiera lógicas de explicar. Luego me reía porque por lo menos esta vez hubo una testigo de mi padecimiento. Esto confirma que

NO ESTOY LOCA NI FABULO… es lo que es… (alguien te lo tenía que decir).

Finalmente tomé el mensaje. No te olvides que vuelvo a la Argentina a hacer el taller EGOLUZSION y habla de eso… del SATAN es decir del CONTRINCANTE… del EGO, dicho en familia. O ¿quién te crees que es el Satán? El ángel caído ¿de dónde?

Bueno, no voy a adelantarte versiones del taller. Esa es otra historia.

Terminado el punto nos sumergimos con Ángeles en la sesión. Pero esta también es otra historia.

2 comentarios en “El ángel caído”

  1. Qué bueno, Clau. ¿Sabes por qué no quedé con vosotras?. Algo me decia que no nos íbamos a encontrar aunque no sabía por qué… Sencillamente porque yo hubiera ído por la puerta principal, la del estanque. Y vosotras no estábais por allí, sino con el ex angelote 😉

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