Ayer me pasó algo raro… mi hija desapareció por unas horas… (estaba en la pileta con el celular fuera del alcance).
Nunca quise tener hijos, pero una vez, hace casi 20 años me dije: en esta experiencia humana si he venido con cuerpo de mujer será que debo experimentar lo que es ser madre… ¿cierto? Fue en ese momento que me abrí a la posibilidad y luego todo se desencadenó.
Lo cierto es que no podría acompañar procesos de otros hoy sin haber atravesado la experiencia que esos otros atraviesan en la humanidad que compartimos.
Ayer me preguntaba en esta experiencia humana que he venido a experimentar será que debo atravesar la pérdida de un hijo para entender lo que se siente?
Fue un instante de una profunda movilización interior.
Comprendí que no importan todas las palabras del mundo que podamos decirnos, no importan todas las creencias que tengamos, aún las mas sabias…. hasta que no lo experimentamos no sabemos de verdad quienes somos.
En esta realidad demostramos quienes somos por los hechos.
Cierto es que hay varias maneras de experimentar también, según el campo de cada uno.
Hay hechos que podemos experimentar en carne propia y otros que podemos experimentar a través de personas muy cercanas cuando somos empáticos.
También comprendí que cada persona que llega a las sesiones me da la oportunidad (y yo la tomo con toda mis esencia energética) de compartir su propia experiencia. Por eso experimento con lo que experimentan y se me hace mas completa la experiencia humana sin necesidad de atravesar algunos hechos que ya atravieso indirectamente en las sesiones.
Hay mucha gente a la que le gusta hablar y dar bla bla bla.
Pero lo que cuenta es la experiencia.
Y cuando la experiencia está… las palabras no son necesarias.
Aunque tal vez solo se usen como observación para traer a la mesa hechos que de otra forma no podrían verse porque no se han experimentado desde otra perspectiva.
Después lo que cada uno haga con eso… MANTRAS MEXICANOS.
No es mi pedo
Me vale madres
A la chingada