La pirámide y la esfera

Como ya sabés, los miércoles nos juntamos con los compañeros de método.
Surgen cosas maravillosas. Te voy a ir contando partes de la sesión de este miércoles.

Siempre usamos la pirámide como método previo a la conexión. Una pirámide blanca para protección.
Esta vez el que hacía la inducción no podía recordar la pirámide…
El que estaba en inducción pidió la pirámide y cuando apareció la pirámide la imagen era la siguiente:

La bella durmiente acostada en un soporte de madera, como si fuera un escenario de sacrificio de madera. Sobre ella había una pirámide de vidrio que la cubría. Ella estaba flotando entre el soporte de madera y la cúspide de la pirámide. Del lado de afuera estaba el príncipe intentado darle el beso para despertarla.

Mientras la persona veía esa escena su cuerpo temblaba y se quejaba como si estuviera atrapada.
Hasta que retorciéndose dijo:

– No puedo usar esa pirámide. Es un programa.

– ¿Cual es el programa que trae la pirámide?

– Un implante de lavado de cerebro. De conductas masculinas y femeninas.

– ¿En qué consiste?

– En que la mujer tiene que actuar sumisamente. La pirámide nos pone ese programa. El octaedro también.

A uno de los compañeros se le ocurrió reemplazar la pirámide por esfera. Este fue le diálogo:

– ¿La esfera?

– Permite conectar con la Fuente.

Y así fue como hicimos un proceso para poder retirar la pirámide y reemplazarla por la esfera. Fue complejo de eliminar porque la pirámide se resistía a salir de la escena. Pero, finalmente, gracias a la labor de una de las practitioners que viene trabajando con la conciencia femenina hace mucho tiempo, la pirámide pudo ser reemplaza por la esfera.

En todo proceso de lavado de cerebro donde se crean múltiples personalidades (alter ego) siempre hay un disparador que hace que surja un alter ego o el otro, un programa o el otro.
El disparador en esta escena es el beso.
¿El lavado de cerebro? Eliminación de la conciencia femenina, hemisferio derecho, creatividad, libre albedrío, integración, compartir, etc etc etc.
Ha llegado el tiempo de romper el lavado de cerebro.

Definitivamente ha llegado el tiempo del despertar de la conciencia femenina.
¡Agarrate Catalina!

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