Floreciendo en el Planta Tierra

Hablaba con una amiga hoy reflexionando sobre nuestra estancia en el Planeta Tierra y ella, una dadora por naturaleza nos confesábamos hartas de intentar florecer en este planeta. Ella me decía que no hay flores acá, hay ego… y falta de amor y falta de generosidad y falta de entrega. Ella viene de otro mundo. Y se ve dificil estar acá muchas veces viniendo de lugares donde prevalece la entrega a la competencia. Me hizo pensar y de ahí salió este post que les comparto.

Hace tiempo que tengo una idea dando vuelta en mi cabeza.
Hay momentos en los que me cuesta mas adaptarme a este planeta que otros.
Es cuando veo a la gente actuar cuando mas me cuesta.
En las sesiones vamos recibiendo muchas frases célebres…
LOS HUMANOS SON RAROS… por ejemplo.
Aunque hay humanos que tienen tambien ideas brillantes respectos de esas conductas. El traumatólogo del vecino, por ejemplo.
LA GENTE HACE COSAS... dijo cuando el vecino se rompió los clavos que le había puesto en la cirugía saltando en el parapente.

Y es verdad, los humanos son raros y hacen cosas… raras…

Pero esa es la realidad con la cual tenemos que desenvolvernos permanentemente, nos guste o no nos guste.

Pensaba en el ejemplo de la escuela.
Supongamos una escuela con muchos alumnos en diferente grado.
Todos son alumnos, todos están en la misma. Pero algunos, circunstancialmente, están mas avanzados que otros. Solo porque llegaron antes. Eventualmente todos cumplirán todos los grados evolutivos de la escuela. Es cierto que algunos son mejores alumnos que otros. Pero eso solo se refiere a su voluntad, esfuerzo y dedicación.

Es moneda corriente que los alumnos de los grados superiores se burlen de los alumnos de los grados inferiores. Bullying le dicen en el Planta Tierra. Es algo así como sentirse mas adelantado… una tontería humana. No existe tal cosa, y todavía no logro entender el placer que les genera esa competencia tonta. Pero… así son.

Cuando crecen algunos se dan cuenta. Otros siguen igual…

Lo cierto es que en esa escuela se recibe información y conocimiento de diferente naturaleza considerando el grado de avance de cada alumno. En los primeros grados se aprende el abecedario y los números. En los grados superiores matemática avanzada y literatura.
Sin embargo, no somos mejores porque sabemos matématica ni peores cuando sabemos apenas los números. Es una cuestión de tiempo. En algún momento todos llegaremos a recibirnos.

En esta escuela del ejemplo se usa delantal escolar o uniforme. Solo para administrar la organización y que no se note tanto de qué tipo de familia viene cada uno. Uniforman para ocultar. Algunos alumnos vienen de una clase social y un tipo de familia. Otros vienen de otra. Pero cuando llegan a la escuela todos son alumnos y todos reciben la información y conocimiento que imparte el plan de estudios. Sin distinción.
Para algunos de esos alumnos que vienen de hogares mas instruidos, esa información le será asimilable mas fácilmente que a otros alumnos que vienen de hogares con menos cultura general. Esto no es ni bueno ni malo. Es lo que es.

Algo parecido a esto ocurre en el Planeta Tierra.
A algunos les gusta ver al planeta como una prisión. A otros como una escuela.
Muchas veces lo veo como esta escuela del ejemplo.
Almas que vienen de diferente hogares que se han puesto un delantal (cuerpo humano) para ajustarse a un plan de estudios determinado, totalmente diferente del que tenían en su hogar y que encima, pretenden que se adapten y que se relacionen unos con los otros.

¡Ni loca que estuviera!

Por eso estamos como estamos.

Haciéndonos bullying permanentemente.
Luchando por imponer nuestro sistema (el que viene del lugar de origen), o por deshacernos del que nos quieren implantar.
Intentando compartir con seres que no tienen la menor idea del concepto SER que llevamos en nuestro ADN del alma.
Enamorándonos … humanamente.
Sujetos a un uniforme corporal perfecto, pero limitado. Y ¿qué digo perfecto…? no siempre…
Perdidos en una nube de emociones humanas incontrolables.
Sujetos a pensamientos obsesivos indomesticables.
Hartos de vagar buscando respuestas en medio de mar de lágrimas empantanado de silencio y oscuridad.
Escuchando maestros que por un sueldo intentan enseñarnos lo que no saben.
¿Energía? ¡No! Si no se ve, no existe.
Y así…

Y así… a esto le llama VIDA…

Tiene que ser un juego… ¡por favor!
Sino… es una pesadilla, definitivamente.
¿Alquien me golpea a ver si me despierto?
¡Gracias!

1 comentario en “Floreciendo en el Planta Tierra”

  1. Muchas gracias por la Luz, nada más claro describe lo difícil que es ser semilla en esta árida tierra y tener que vivir los sentimientos como «humano» cuando los percibes o te afectan de manera completamente diferente, pero en fin, aqui elegimos vivir y hay que aprobar las materias!!!
    Con todo mi amor!!
    Carla

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