Emociones humanas. S E X O

Una de las partes que más me conmueve en las regresiones es la entrevista previa. Esto es lo que me permite percibir el “programa humanidad”. Lo veo actuando en todo su potencial. Esto me ayuda a comprender mi propia historia de vida humana con otros ojos. Y confirmo que: lo importante no es lo que nos pasa sino para qué nos pasa.

La luna en libra me da una exquisita capacidad de sentir lo que siente el otro. Empatizar con su emoción. Acompañar el proceso. El ascendente capricornio me da la frialdad necesaria para no mimetizarme con el sufrimiento que esas experiencias le han provocado. Puedo escuchar cualquier cosa sin que se me mueva un pelo y sin hacer el más mínimo juicio. El sol en Escorpio me da la fuerza para ser parte de la solución (el entendimiento) y no quedarme en el sufrimiento, cosa que nos deja en seguir siendo parte del problema.

Las partes que mas alteran a los humanos y crean las emociones mas contradictorias tienen que ver con la sexualidad.

Recuerdo cuando hice mi regresión con Dolores Cannon. En la entrevista previa fue muy incisiva con sus preguntas cuando llegamos al tema de la niñez y adolescencia. Parece que se empeñaba en buscar abusos sexuales en mi historia. Leyendo sus libros comprendí que muchos de los casos que le llegan atravesaron esas situaciones. Muchos. Sin embargo, el abuso no necesita ser sexual para dejar marcas imborrables en la psique de la persona.

En las charlas previas escuché historias de abusos sexuales en formas y modos que nunca me imaginé que podían existir. Perversiones de todo tipo. Con madre, padre y hermanos incluidos. Ciertamente entiendo por qué cuando la persona se va me olvido de todo. De otra forma no podría seguir siendo parte de esta humanidad.
Escuché también historias de homosexualidad, bisexualidad, homofobia, prostitución en todas sus formas y otros de similares características.
Secretos gritados a voz silenciosa que cualquiera puede ver. Pero que nadie quiere comentar ni aceptar. Mi propia historia tiene estos matices.
Es así… todos tenemos un muerto escondido en el placard. El que esté libre de pecado que tire la primera piedra.
Lo más preocupante de la humanidad son esos conceptos de “moral” establecidos por instituciones para seguir controlando al humano. Lo que tortura la existencia no son los actos en sí, sino la culpa asociada que deja a las personas en situación de inferioridad (baja autoestima) para continuar con su vida cotidiana.

Se me viene mostrando que no solo estamos activando las 12 cadenas de ADN y uniendo nuestros hemisferios cerebrales. Estamos también cambiando nuestra sexualidad. Integrando nuestras partes.
Es por eso que la perversión se muestra en todo su esplendor. Necesitamos sacarla para entenderla y transformarla. Necesitamos terminar con esos conceptos morales ortodoxos y perimidos.

Muchas de las semillas estelares que me encuentro vienen de mundos en los cuales no hay género. Es decir son andróginos. Cuando tienen su experiencia en la Tierra, conservan sus inclinaciones de origen. Esto los hace bisexuales. No discriminan si es varón o mujer. El amor no discrimina entre varón y mujer.
Ya lo dice Jung (que hablaba con un guía interno). Todo hombre tiene en su psique un Anima y un Animus. Y toda mujer también. El género no define su predominancia energética. Hay muchos hombres con interior femenino (sin ser homosexuales necesariamente) y muchas mujeres con interior masculino (sin ser lesbianas necesariamente).

Los jóvenes traen la tendencia a elegir varones y mujeres al mismo tiempo no como perversión sino como inclinación natural de su sexualidad.
Los adultos se horrorizan.
Y asi vamos creando patrones de culpa y moral innecesarios en el proceso evolutivo.

Es hora de trascender el cerebro reptiliano y la mente reptil que nos habita.